Arquitectura verde para la ciudad del futuro |
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Por Mark Sommer*
Una
nueva generación global de arquitectos construye edificios sostenibles,
que buscan reconectar a los seres humanos con sus congéneres y con la
naturaleza.
BERKELEY.-
En las naciones industrializadas avanzadas pasamos 90 por ciento de
nuestras vidas dentro de casas, con poca conexión con el gran mundo al
aire libre.
Las modernas técnicas de construcción nos han protegido exitosamente de
la “madre naturaleza” -y de otras personas-, pero a expensas de nuestro
propio bienestar.
Esto no fue así siempre. Basta con mirar cómo eran las ciudades
medievales de Europa o las características de la arquitectura de los
pueblos indígenas para darse cuenta de que en otros tiempos la gente
construía con una actitud mucho más amistosa hacia otras personas y
especies.
¿Por qué, entonces, tantas estructuras que construimos en recientes décadas
a menudo parecen aislantes e inhumanas? ¿Por qué también a veces nos hacen
enfermar?
"Casas enfermas", edificadas con materiales que contienen sustancias
tóxicas, son síntomas de un extraño síndrome por el cual dejamos que
los beneficios a corto plazo y las construcciones a precios reducidos
se superpongan a la habitabilidad y la durabilidad a largo plazo.
Gran parte del ambiente moderno fabricado por el hombre parece estar
diseñado para negar toda relación con la naturaleza, al tiempo que
ignora la realidad contemporánea de los recursos limitados.
En respuesta a este problema está emergiendo una nueva generación de
arquitectos y diseñadores con una visión y una estrategia diferentes.
Ellos califican de "verde" a su modo de construir, llaman a las casas
que hacen "edificios sostenibles" y están estableciendo nuevos
parámetros para la construcción, basados en principios que propenden a
unir a los seres humanos con sus congéneres y la naturaleza.
Los edificios verdes combinan el ingenio y la eficiencia del diseño de
alta tecnología con materiales de construcción naturales como la paja,
la piedra y el barro o la arcilla. Utilizan además energía solar y
eólica y diseños urbanos con distritos libres de autos, calles de
tránsito lento y plazas espaciosas que involucran a las personas en una
revitalizada vida social común.
Mientras que la mayoría de los constructores verdes trabaja en escala
modesta, algunos aspiran a diseñar de nuevo ciudades enteras según los
principios del "nuevo urbanismo" e incluso lo están haciendo.
Peter Calthorpe, un visionario arquitecto estadounidense, ha conducido
procesos colectivos de diseño público en su país para Chicago, Los
Ángeles y todo el estado de Utah.
Al argumentar que no es necesario reconstruir por completo una ciudad,
él aboga por "rellenar" espacios vacantes en áreas ciudadanas
deprimidas, a favor del diseño para usos e ingresos mixtos que impulsen
la interacción social entre clases y etnias, y que disminuyan el
tráfico local a fin de crear "barrios en los que se pueda caminar".
La ciudad brasileña de Curitiba, diseñada de nuevo durante las últimas
décadas por el alcalde Jaime Lerner y un equipo de arquitectos
urbanistas, ha demostrado de qué modo los sistemas inteligentes de
transporte urbano pueden catalizar una revitalización de la ciudad.
Pero los desafíos que enfrentan los arquitectos urbanistas en el mundo
en desarrollo son mucho más grandes que en el mundo industrializado.
La pobreza, el desempleo, la emigración hacia ciudades ya superpobladas
y los inadecuados servicios públicos se combinan en superciudades como
San Pablo, El Cairo, Manila y Lagos para crear vastos barrios
marginales sin servicios de agua corriente, electricidad y eliminación
de aguas residuales, así como sin posibilidades de empleo, educación y
cuidado de la salud.
Con millones de personas sin hogar y decenas de millones que viven en
cuchitriles de cartón y lata, los arquitectos urbanistas se inclinan
menos por diseños de alta tecnología que por materiales tradicionales y
fáciles de conseguir como el adobe y la paja que han servido
eficazmente durante miles de años.
El movimiento posmoderno pro viviendas sostenibles sitúa la
conservación de los recursos y la reconexión entre las personas y la
naturaleza por encima de un aislamiento privilegiado y del lucro
privado.
Pero para que sea adoptado ampliamente deberá también resolver el quid
del asunto, es decir, la necesidad de dar mayor peso a los beneficios
sociales y ambientales. Los arquitectos urbanistas enfrentan una
esencial tarea, la de llevar en las próximas décadas a los diseños
verdes más allá del negocio de la construcción sofisticada.
IMPRESIONANTE NO ES CIERTO!!!!!!!!!!!! AHORA ES TU TURNO DE AVERIGUAR E INDAGAR MAS SOBRE ESTE MAGNANIME TEMA IMPRESIONANTE!!!!!!
MUY PRONTO IMAGENES!!!!!!
http://www.tierramerica.net/2004/0403/grandesplumas.shtml